Preparar café en V60 es mucho más que una técnica: es un ritual. En CaffiaCo creemos que cada taza de café puede convertirse en una pausa intencional, una manera de cuidarte, de conectar con el momento y con lo que estás sintiendo. Por eso, hoy queremos invitarte a redescubrir ese pequeño instante cotidiano con uno de nuestros métodos favoritos: la V60.

Este método, elegante y artesanal, se ha ganado un lugar especial entre los amantes del café de especialidad. ¿Sabes cuál es la razón? Su capacidad de extraer sabores limpios, brillantes y llenos de matices que hacen que cada sorbo sea único y diferente.
La V60 no es solo un cono bonito de vidrio o cerámica: es una herramienta japonesa creada por la empresa Hario en 2004, diseñada para que el agua fluya de forma uniforme a través del café, revelando lo mejor del grano. Su diseño en forma de “V” con un ángulo de 60º grados y ranuras en espiral está pensado para eso: para que cada gota cuente.

Pero lo más bonito de este método es que te pone al mando, sin reglas estrictas, sin presiones. Vos decidís cada detalle: la temperatura del agua, el ritmo con el que la vertés, el tamaño de la molienda, el tiempo exacto de la extracción.
No hay una única forma correcta. Todo depende de lo que sentís, de tu intuición, de cómo querés que sepa tu café ese día. Es como si cada taza fuera una pequeña conversación entre vos y tu momento presente.

Prepararlo se convierte en una especie de meditación activa, en la que tu atención está completamente puesta en lo que hacés. Escuchás cómo cae el agua, observás cómo se infla el café, respirás ese aroma que empieza a llenar el aire.
Y lo mejor: no necesitás más que tus manos y tu presencia. Es un ritual chiquito, pero poderoso. Un regalo que te das sin apuro.

Y no, no hace falta tener un laboratorio en casa. Solo algunos elementos básicos:

• El V60, que está compuesto por el cono y el filtro
• Café molido medio
• Una balanza o cuchara medidora
• Agua caliente
• Si podés, un hervidor con cuello de cisne (cambia todo el proceso)
• Temporizador
• Jarra resistente al calor
• Una cucharita o palillo para agitar

La preparación arranca pesando el café y el agua. Te recomendamos una proporción entre 1:15 y 1:17 (por ejemplo, 15 g de café por 250 ml de agua).
Después, calentás el agua. Si no tenés termómetro, dejala hervir y esperá unos 30 segundos. Enjuagá el filtro con agua caliente para quitarle el sabor a papel.
¿Sabés cómo se hace? Solo tenés que echarle un poquito de agua caliente al filtro para que se humedezca y luego botá el agua de la jarra.
Luego agregás el café molido en el filtro que está en la V60, nivelando la superficie con un pequeño movimiento para lograr una extracción más pareja.

Viene entonces la preinfusión: vertés el doble del peso del café en agua (por ejemplo, 30 g si usaste 15 g de café) y esperás unos 30 a 45 segundos para que se libere el dióxido de carbono.
Después, vertí el agua en círculos, con calma, en dos o tres etapas si querés, manteniendo siempre un flujo constante y amoroso.
El tiempo total de extracción debería estar entre los 2:30 y 3:30 minutos.

• Si te pasás de ese tiempo, quizás la molienda esté muy fina
• Si es muy corto, tal vez esté muy gruesa

Pero no está mal, siempre se aprende, y esto también depende de tus gustos.

¡Y listo! Cuando deje de gotear, retirás el V60 y revolvés suavemente el café en la jarra para un sabor más uniforme.
Servís, te sentás, y te regalás ese momento para vos.
Y si tenés compañía, ¡mejor!

💡 Consejitos CaffiaCo.

• Mole tu café justo antes de preparar: el aroma te lo va a agradecer.
• Usá agua filtrada o de buena calidad. Parece un detalle, pero es el 98% de tu taza.
• Jugá con proporciones y tiempos hasta encontrar tu punto perfecto.
• Limpiá bien tus herramientas: un buen café merece una preparación impecable.
• Enamorate del ritual. Enamorate del sabor. Y si te sale distinto cada vez, mejor: quiere decir que estás presente.